BORRADOR PARA SEMINARIO DE PROYECTOS 1

 Los siguientes ejercicios son parte de la construcción de mi proyecto escénico para la maestría en Literatura Aplicada. 


            a)A continuación hago el retrato de mi personaje central 


La ¨Jefa¨ no tiene este mote por casualidad. Ella es una mujer no mayor de 36 años. De cuerpo delgado, recto sin ninguna curva que muestre sus proporciones, más bien hace recordar el cuerpo de un muchacho adolescente. En la estética siempre pide casquete corto, y el cuidado que le da en casa al peinarlo es con una capa de cera que deja su peinado inamovible. La Jefa es de tez blanca, nariz aguileña y de mejillas pronunciadas. Su cara es muy delgada y expresiva porque en cuanto algo le desagrada lo hace evidente en el arqueo de sus cejas y en los improperios que desata de su pequeña boca. 
La Jefa usa ropa oversize de hombre, chamarra dos tallas más de lo que necesita, blue jeans de corte recto y camisas de botones rayadas o de color arena, que apenas se abren en el pecho, pero nunca se asoma un poco de piel pues debajo lleva una playera, ésta sí muy ajustada. Su calzado es fuerte: botas estilo industrial en color negro. Un reloj muy grande en la muñeca izquierda y un cinturón muy ancho y de hebilla plateada que ata todo el conjunto.


b) La siguiente es una écfrasis que muestra el ambiente o paisaje donde desarrollo la obra:


Una colonia tradicional y conocida de la ciudad de Puebla. De calles anchas y llena de comercios intercalados entre zaguanes de casas o vecindades. Sobre la acera camina un niño con la servilleta de las tortillas en mano, un racimo de cilantro y un refresco de tamaño familiar. En su rostro se descubren pequeñas manchas blancas. Su playera sin mangas deja sus pequeños y delgados brazos al descubierto. Del otro lado de la calle, un vendedor de helados en un triciclo amarillo, tres botes de madera con diferentes sabores. Postes amarillos y semáforos a cierta distancia. Algunos automóviles estacionados en la calle. También hay un poste color azul con cuatro cámaras que apuntan hacia los puntos cardinales. Cada uno representa una mirada constante de vigilancia.


c) Por último hago un ejercicio de diálogo entre mis personajes:



ENTREVISTA


La Jefa: Les digo que yo no estaba sola cuando me apresaron. Si al tipo que agarramos a palos fue entre todos. Todos estábamos bien organizados. La cosa funcionaba así: todos compartimos un grupo en WhatsApp y de ahí nos coordinábamos para capturar a los ladrones. Las cámaras de vigilancia yo solo tenía acceso porque el municipio así lo dispuso. Por eso yo sabía por donde habían robado y en qué calle alcanzarlos. Mientras los demás vecinos me esperaban una cuadra atrás y otras más adelante para cercar al ratero. Como éramos varios podíamos con ellos. Si se echaban a correr por un lado los vecinos aparecían, y si se escapaba por el otro ¡zas! también ahí estaban los vecinos esperándolo. Cuando pasaba eso primero le hacíamos unas preguntas:
La jefa: ¿Qué haces aquí?
Linchado: Solo camino. ¿Qué quieren? Yo ya me voy.
La jefa: No, espérate. Yo te digo cuando te vas. ¿Qué llevas debajo de la sudadera?
Linchado: Nada, déjame pasar o llamo a la policía.
La jefa: ¿Tú le vas a hablar, pinche ratero?
Y en ese momento le sacábamos el espejo de auto que había robado o las luces.
La jefa: ¿No qué no traías nada, güey? Y ahora sí corría para un lado aparecían los vecinos y si corría por otro aparecían más. Empezaban los catorrazos. Y la verdad fuerte por querernos engañar. Lo que ellos no sabían es que por las cámaras ya los habíamos observado hacer sus fechorías. Pues más nos enojabamos. 
Periodista: Entonces era tu trabajo cuidar la colonia. ¿Te remuneraban por eso?
La jefa: No era un trabajo. Sí nos prometían seguridad, pero también nosotros teníamos que participar. Mira, nos llevaban lonas y luego nos prometían arreglar la calle y las luminarias. Pero dinero no había. 
Periodista: Bien, te pregunto por qué hay datos que confirman que esos programas de vigilantismo ciudadano hay mucha inversión de dinero y quizás a ti…
La jefa: Pues si había lana yo no la vi y mucho menos la acepté. 
Periodista: ¿Entonces… puedes continuar con lo qué paso a ese muchacho al que golpearon?
La jefa: No, ahí quedó. Le dimos una lección y ya.
Periodista: Oye, aquí tengo una nota que salió y ahí dice que se lo llevaron en ambulancia muy mal herido. Casi agonizante. 
La jefa: No, no. Nosotros no llegamos a ese grado. Sí les pegamos, pero no así. 
Periodista: ¿Ah, la nota miente?
La Jefa: Tú quieres que yo diga cosas, pero no lo vas a lograr. 
Periodista: Ahí está el testimonio de otros vecinos que no participaron y dicen que sí fue verdad.
La Jefa: Pues si quedo mal fue por su culpa. Mira, la policía nos daba chance. Se les pedía que nos lo prestaron un poco y ya que nosotros lo habíamos arreglado se lo llevaban. Pero a veces los rateros no cooperan y ya los polis no los subían a la patrulla, sino que tenía que ir la cruz roja …
Periodista: ¿Dices que la policía sabía de su procedimiento?
La Jefa: Sí, por eso la noche que me dispararon me saqué mucho de onda. Si yo no soy la delincuente y mírame aquí presa.



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